Si fui acaso leyenda me salvas del olvido. G.Quessep
I-
Hoy solo sé que tu recuerdo existe
como una vaga floración febea;
era como soñar en una aldea,
como creer en lo que no dijiste.
Era el amor de un estudiante triste
que vive ensimismado en su tarea
y nada sabe de lo que desea,
ni comprende el enigma que lo asiste.
Era un amor como las amapolas
que azota un viento rudo y desolado.
era, tal vez, como las mansas olas.
Era un amor como las nubes altas,
como pensar que todo se ha esfumado
y que en el mundo de la luz me faltas.
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