El 22 de Marzo de 1887 apareció el primer número de “El Espectador” fundado y dirigido por el docto polígrafo don Fidel Cano. Nos acogemos a la severa imparcialidad del historiador Antonio Cacua Prada, para dar una noción de las dificultades de don Fidel y de su periódico en los primeros años de “El Espectador”: “El 8 de Julio de 1887 el gobierno suspendió la edición. Era la número 30. Reapareció el 10 de Enero del año siguiente, acogiéndose al Decreto sobre prensa dictado por el general Payán. El 7 de marzo de 1888 el Presidente Rafael Núñez dictó medidas contra la prensa, pero “El Espectador” continuó publicándose. Sin embargo el Presidente don Jorge Holguín ordenó sus penderlo por seis meses, e impidió la circulación de los números 99 y 100 de una edición doble ya impresa.
“El 12 de febrero de 1881 circuló el No.99. Pero el 8 de agosto de 1893 cuando acaba de salir el No.282, el gobernador de Antioquia, señor Abrahán García, dispuso su interrupción y mandó poner preso a don Fidel Cano. Tres años después, con el No.283 del 14 de marzo de 1896 reanudó la publicación. El 27 de junio “El Espectador” recibió una orden de suspensión indefinida. Iba en el No.311.
“El Congreso aprobó en diciembre de 1896 una nueva Ley de Prensa y a ella se acogió don Fidel, quien hizo circular el 24 de abril de 1897 el No.312. El 19 de octubre de 1899 salió el No.505 y ese día estalló la guerra de los mil días. Nuevo silencio forzoso para el bisemanario de los Canos. Tornó a la palestra el 16 de octubre de 1903 bajo el No. 506; continuó hasta el No. 845, del 17 de diciembre de 1904, cuando se suspendió ante algunas disposiciones del gobierno del general Rafael Reyes.
“Volvió a la calle el 2 de enero de 1913, con el No.846. Ya era un diario de formato universal. El 5 de julio de ese mismo año, llegó a las mil ediciones. Hata entonces “EL ESPECTADOR” se imprimió en Medellín.[2]
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