Esta muchacha es un capullo,
es un ensueño, es una flor;
es la dulzura de un arrullo
de melodías y de amor.
Esta muchacha ritmo y prosa
fiel jardín del amanecer,
es un perfume, es una rosa
en el brocal del rosicler.
Y es una leve epifanía
de jubilosa juventud,
ebria de luz y de alegría
bajo serena plenitud.
Y es el preludio delirante
del don humano de cantar,
bajo la pompa deslumbrante
del resplandor canicular.
Ella es la paz en los trigales,
ella es la dicha de vivir;
ella es la danza en los umbrales
de un amplio día de zafir.
Esta muchacha es un capullo
es un ensueño, es una flor;
es el trasunto de un arrullo
de melodías y de amor.
Ella es la novia en primavera
de un universo siempre azul,
con ella vive y loco impera
claro alborozo de oro y tul.
Esta muchacha es la ternura
que floreció la claridad,
y es la esperanza nueva y pura
de una apacible eternidad.
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