Pasión Creadora

7.- RAFAEL AZULA BARRERA, PROCER DE LA CULTURA NACIONAL

A) Su Trayectoria al servicio del País.
Un colombiano realmente eminente, Rafael Azula Barrera, tan olvidado como Antonio Gómez Restrepo, como el padre Eduardo Ospina, como el mismo Rafael Maya o el maestro Guillermo Valencia. Todo explicable por la identificación política conservadora de estos grandes letrados nacionales; sus obras no son reproducidas por los organismos oficiales, todavía orientados por políticos liberales y sectarios. Sus libros no se les ve siquiera relacionados en las páginas de la prensa millonaria y explotadora del país, en manos de mentes liberales y deliberadamente parcializadas.

Azula Barrera, el ilustre académico y humanista nacido en Guateque, Boyacá, la misma patria chica del presidente Olaya Herrera, acaba de fallecer y la gran prensa ocupada en la sutil e ingrata tarea de tratar de enredar al gobierno conservador, pasó inadvertido el luctuoso hecho, luctuoso para la cultura nacional.

Azula Barrera es uno de los ensayistas más preclaros del país. Su libro “De la Revolución al Orden Nuevo”, es la más fidedigna interpretación política de la nación colombiana y del mundo activo de mediados de la presente centuria. “La Poesía de la Acción”, esclarecedores ensayos sobre el genio y presencia física e histórica de la tierra boyacense y del espíritu y destino de los grandes próceres de la independencia y de la cultura.
Hombre clave dentro de la política de la Administración Nacional presidida por el preclaro estadista antioqueño Mariano Ospina Pérez. Su estrecha amistad con Jorge Eliécer Gaitán y con Laureano Gómez, se constituyó en un hecho de saludable significación para el país y para el Gobierno de Unión Nacional.

Cofundador de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja y de la Hemeroteca Nacional. Hombre clave en la puesta en marcha de la Siderúrgica de Paz del Río, y en los inicios del Instituto de Cultura Hispánica y del Instituto Caro y Cuervo.

Ciudadano de gran sensibilidad y notable cultura clásica. Sus poemas “Guía Lírica de Villa de Leiva”, muestran la solidez y las dimensiones de su formación literaria. Recordemos su hermoso soneto La Casa del Marqués:

Esta casa que antaño fue morada
de algún hidalgo de espadín y gola,
luce su tejadillo a la española
y su pesada puerta claveteada.

Anchuroso zaguán. La noble arcada
con su trasfondo de celeste aureola,
muestra la enredadera que tremola
sobre el tapial del huerto alborozada.

Por los amplios y antiguos corredores
el aire que desciende de la cuesta
trae un olor de devastadas flores.

Y, en la penumbra del salón sombrío.
con su rumor de inacabada fiesta,
vaga una extraña sensación de hastío.

B) De la Revolución al Orden Nuevo.

La publicación de una segunda edición del libro de Rafael Azula Barrera “De la Revolución al Orden Nuevo” por cuenta de la Fundación MARIANO OSPINA PEREZ, es uno de los pocos relevantes hechos de alta cultura, cumplidos en el país en lo corrido del presente año.

Este libro es una de las obras de carácter histórico, más bien escritas y exigentes, más ceñidas a los imperativos de la verdad. Libro atado al espíritu y evidencias de inalienables documentos nacionales, de esos que configuran la exacta y real imagen de la república de mediados de siglo; clarificador ensayo, “De la Revolución al Orden Nuevo, Proceso y Drama de un Pueblo”, desconocido por la mayoría de los colombianos, porque siempre nos contentamos, desventuradamente, con el relato histórico melifluo y sibilino, acomodado y fabuloso de nuestros ensayistas actuales, siempre en trance de adelantados y presidenciables.

Un libro de estas características, cuya primera edición data del año de 1956, sólo al cabo de 44 años recibe el honor de una cuidadosa segunda edición. Ello, nos demuestra la manera como en Colombia se manejan los asuntos claves de la cultura, por parte del sector oficial. Miles de libros se han publicado por iniciativa estatal, donde la mediocridad y carencia de valores intelectuales, carga con el mayor porcentaje del contenido de ellos. Entre tanto, obras como esta, permanecen arrinconadas y en discreto olvido, hasta que la iniciativa particular y un recto criterio orientador, vuelven por los fueros de la calidad y de la justicia para una tarea intelectual meritoria y un autor de superiores condiciones, como el académico de la Lengua y de la Historia, Rafael Azula Barrera.

Y no es frecuente encontrarnos con libros de historia como éste, no sólo escrito con enorme dignidad estilística, sino con recto sentido orientador y, en todos sus planteamientos y afirmaciones, ceñido de manera estricta a los más veraces y definitivos documentos.

En su nota prologal a la segunda edición del libro que nos ocupa, Mariano Ospina Hernández, hace hincapié en la importancia de la verdad histórica para la salud de los pueblos y lo dañino de toda distorsión de los aconteceres nacionales. Dice:

“No vamos a reseñar aquí el enorme esfuerzo investigativo que respalda esta obra ni los altos valores estéticos y culturales de la misma y de su autor, pues ellos están debidamente señalados en el Prólogo a la primera edición del maestro Luis Martínez Delgado… Lo primero que se debe destacar es, precisamente, que la historia, para poder cumplir su misión orientadora, tiene que ser verídica hasta donde lo permita la capacidad investigativa del hombre. De lo contrario NO será historia ni tendrá valor constructivo para la civilización humana sino que, convertida en un remedo o en una falsificación de los hechos, será un instrumento de corrupción y degradación con elementos equivalentes en lo intelectual, al proceso destructivo de la droga sicotrópica en el organismo físico del hombre.”

Que los lectores detecten la belleza y elevación de un estilo, la claridad orientadora de un gran ensayo ceñido férreamente a certidumbres conocidas y desconocidas; la digna descripción intelectual de nuestros grandes hombres y de los acontecimientos en los cuales actuaron; acontecimientos que entrelazados han hecho la gran historia, la verdadera de esta patria, hoy adolorida, humillada y ofendida.
Mayo de 1998

Comentarios

4 respuestas a «7.- RAFAEL AZULA BARRERA, PROCER DE LA CULTURA NACIONAL»

  1. Avatar de CARMEN ELVIRA SEMANATE NAVIA
    CARMEN ELVIRA SEMANATE NAVIA

    Me parec muy importante la vida de este ilustre Boyacense, me gustaría saber la fecha exacta de su fallecimiento. gracias.

    1. Avatar de admin
      admin

      Rafel Azula Barrera murió, a los 86 años de edad, en la navidad de 1998

  2. Avatar de Patricia Pulido Barrera
    Patricia Pulido Barrera

    Es pariente mío, pero quisiera tener más información sobre él. Su esposa e hijos, el año de su nacimiento. Hago mi árbol genealógico y estos datos me serían de gran ayuda. Gracias

  3. Avatar de Carlos Vargas
    Carlos Vargas

    Me gusta la lírica como hago para conseguir el libro.
    Gracias

Responder a admin Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *